En el Club Concepción se realizó, el lanzamiento de la Tercera Versión del Global Entrepreneurship Monitor (GEM), Región del Bío- Bío correspondiente a los años 2009-2010. Este informe fue presentado el martes 28 de septiembre y contiene los resultados del estado del emprendimiento en la región y establece comparaciones con el resto del contexto nacional. Este proyecto en la Región del Bío- Bío es realizado por la Universidad del Desarrollo.
El informe fue comentado por el Director de Proyectos de Innovación de la Facultad de Ingeniería Industrial de la UDD, Pedro Silva.
Según el reporte, en la Región del Bío- Bío, el 69,85% de la población entre los 18 y 64 años considera que los emprendedores gozan de un alto nivel de reconocimiento y respeto social y el 57.48% considera de que tiene las habilidades y conocimientos para iniciar un nuevo negocio. No obstante, el 31.73% declara que un obstáculo para emprender es el miedo al fracaso.
El perfil promedio del emprendedor de la Región del Bío-Bío se puede describir como una persona del sexo masculino, cuya edad promedio oscila entre los 25 a 34 para el caso de los emprendedores en etapas iniciales y de 45 a 54 años para los establecidos, con al menos estudios secundarios y cuyo negocio se orienta al sector de servicios al consumidor y transformación.
El mayor porcentaje de los emprendedores de la región se concentra entre los niveles socioeconómicos D y E. A nivel nacional lo que se observa es que los sectores de la población con mayor proporción de emprendedores son D y C3.
En cuanto a las aspiraciones emprendedoras de la región, cerca del 20.98% de los emprendedores en etapas iniciales tiene altas expectativas de crecimiento, es decir, pretende generar 10 o más puestos de trabajo en los próximos 5 años.
Finalmente, en la opinión de los expertos, los factores que perjudican la actividad emprendedora apuntan hacia la transferencia de I+D, acceso al mercado y políticas de gobierno. Estas opiniones se orientan hacia aspectos estructurales en la generación y gestión de políticas públicas pro-emprendimiento así como a la capacidad de generar nuevo conocimiento y ponerlo al servicio de las nuevas empresas.