Por El Mercurio | Jueves 6 de julio 2023
A sus 42 años, el ingeniero comercial y MBA de la UDD, Patricio Ovalle Wood, con estudios en innovación y emprendimiento tanto en Estados Unidos como en España, hoy enfrenta uno de los retos más importantes en su carrera profesional: responder ante el Banco Interamericano del Desarrollo (BID) las buenas expectativas que este tiene respecto de su desempeño como coordinador general de la Plataforma Colaborativa Regional de Innovación para las Ciudades de Latinoamérica, un nuevo cargo y unidad que depende de la División de Desarrollo Urbano del Laboratorio de Ciudades.
“Debo liderar y acompañar a las ciudades en sus procesos de innovación pública. Tengo como responsabilidad diseñar estrategias, brindar asesoramiento, facilitar la colaboración entre actores clave, promover programas para que impulsen la innovación y acompañarlas en sus procesos de creación, aceleración y expansión de sus labs (laboratorios) y hubs de innovación. ¡Un tremendo desafío!”, afirma Ovalle, quien hace poco tiempo se desempeñaba como director de Desarrollo de la Municipalidad de Providencia.
El objetivo es impulsar proyectos concretos que generen un impacto positivo en la calidad de vida de los ciudadanos, que pueda crear una nueva cultura, y que valide y legitime la innovación como una herramienta idónea para abordar retos y desafíos. Durante su trabajo de seis años con la alcaldesa Evelyn Matthei, el ejecutivo fundó dos espacios dedicados a la innovación: Hub Providencia y Providencia Govtech Lab. Además, es cofundador de Esdigital y Espúblico, empresas que acompañan a instituciones públicas y privadas en su transformación y adopción de nuevas tecnologías digitales; también en sus procesos de innovación y en crear sus propios espacios para innovar.
—¿Cómo llegó a ser parte del Laboratorio de Ciudades del BID?
“Desde que llegué a Providencia a fines de 2016, la alcaldesa Matthei quiso dar un fuerte impulso a la innovación, es por eso que generamos el diseño e implementación del modelo de Hub Providencia.
Eso nos dio una importante visibilidad y desde 2018 he venido colaborando con el BID, principalmente mostrando y transfiriendo a otras ciudades el modelo del Hub Providencia, pionero en la articulación entre un municipio y startups, generando un ecosistema de colaboración entre estos dos mundos opuestos, para afrontar retos y desafíos públicos, generando laboratorios de innovación, espacios de coworking, etc.
Desde entonces he ido robusteciendo mi experiencia y conocimiento en la creación de modelos de innovación pública”.
—¿Cuáles son las ciudades de Latinoamérica con las que trabajará?
“Montevideo, San Salvador, Sao Paulo, Curitiba, Buenos Aires, Mendoza, Medellín, Bogotá, Guadalajara, Tuxla Gutiérrez, Guatemala, Quito y Guayaquil. Más las municipalidades de Providencia y Renca, en Chile. En definitiva, trabajaré con ciudades de nueve países”.
—¿Quiénes serán los interlocutores en esas ciudades?
“Trabajaremos directamente con los equipos de los laboratorios de innovación en las ciudades o equipos de las ciudades que en algunos casos están más centrados en la innovación pública, urbana o ciudadana.
Principalmente son funcionarios públicos, y en algunos casos también con sociedad civil, emprendedores, académicos y otros actores de los ecosistemas de innovación”.
—¿Cuál es el modelo que guiará el desarrollo de esos hubs de innovación?
“Creamos una metodología, que evalúa en siete pilares a las ciudades: Si poseen apoyo político, qué tipo de desafíos quieren abordar, si poseen equipo capacitado y espacio físico, si cuentan con metodologías y plan de trabajo, si tienen un ecosistema de colaboración y alianzas, si han implementado pilotos y los han escalado como compra pública.
Con esa evaluación segmentamos a las ciudades según su etapa de desarrollo: Ideación/aceleración o Aceleración/expansión y hacemos un plan de acompañamiento que es como un traje a la medida que se compone del diseño e implementación de seminarios, mentorías, pilotos y encuentros anuales presenciales con todas las ciudades, fomentando la colaboración, la transferencia de las mejores prácticas, el uso de metodologías de innovación e incentivando la creación de un ecosistema de colaboración entre ciudades”.
—¿Puede que surjan también Distritos de Innovación?
“Es posible que surjan Distritos de Innovación como parte del proceso de desarrollo de los labaoratorios y hubs. Estos podrían concentrar actores, empresas, instituciones y recursos relacionados con la innovación, creando un ecosistema propicio para la colaboración y el intercambio de ideas”.
—¿Cuál es la primera gran misión que tiene en el BID?
“Establecer una estrecha colaboración con las ciudades seleccionadas, comprender sus desafíos y necesidades, y diseñar estrategias y programas adaptados a sus contextos particulares.
—¿Qué es lo más desafiante de este nuevo cargo?
“Lo más desafiante será abordar la diversidad de contextos y realidades en cada ciudad, adaptar los enfoques a sus necesidades específicas y lograr una colaboración efectiva entre los profesionales de las ciudades participantes. Además, será crucial garantizar la sostenibilidad a largo plazo mediante el establecimiento de una gobernanza de esta red de ciudades. Del mismo modo será la creación, aceleración y expansión de los labs o hus de innovación en las ciudades de Latinoamérica, demostrando que sí se pueden generar procesos de innovación desde la administración pública”.
—¿Por qué le interesa la innovación pública?
“Me interesa la innovación pública porque creo en su potencial para mejorar la calidad de vida de las personas en las ciudades y países, también para mejorar la calidad de los servicios públicos y la gestión pública para las personas, fortaleciendo la gobernanza y promoviendo la inclusión social. Estoy convencido que la administración pública y todas sus instituciones pueden ser más empáticas y amables con los ciudadanos, agilizando y eliminando trámites que son errores de diseño, pasando de una cultura de diseñar planes de gobierno a servicios con foco en los ciudadanos”.