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Columna de Joaquín Lavín: «Antofagasta: Región rica, ciudad pobre»

Joaquín Lavín
Director Instituto de Emprendimiento FEN UDD
Ex-Ante
Lunes 10 de noviembre 2025

Si Antofagasta (y también Calama) fuera una ciudad de un país minero, como Australia y Canadá, sería sin duda una “gran ciudad”, con los mejores servicios. Sin embargo, pese a su ingreso per cápita de US$49.000 al año, comparable con un país desarrollado, se trata de una ciudad pobre, con una expansión descontrolada de los campamentos y en riesgo de “favelización”.

Mientras no encontremos una conexión directa entre la riqueza del territorio y lo que percibe la gente, estaremos en problemas. Se trata de una alerta para el nuevo gobierno que asumirá en marzo. Después no digamos que no lo vimos venir.

1. Las tiene todas: Hace dos semanas estuve en Antofagasta participando en un conversatorio organizado por El Mercurio de esa ciudad. Desde fuera la primera impresión es que esa región concentra todas las oportunidades que deberían hacer de Chile un país próspero en el futuro.

2. PIB de país desarrollado: Si miramos las cifras macroeconómicas, Antofagasta se parece a un país desarrollado. De acuerdo a las cuentas regionales del Banco Central, la expansión de 7,3% del PIB en 2024 catapultó el PIB per cápita de la región por sobre los US$ 49.000, el más alto del país y muy por encima del resto de las regiones. La OCDE ha señalado, además, que el PIB per cápita de Antofagasta casi duplica la media de las 50 regiones mineras de la OCDE. Es decir, por ingreso promedio, Antofagasta no se parece al resto de Chile: se parece a los países desarrollados.

3. Pero…¿cuál es la realidad?: Cuando uno baja del PIB a la realidad local la cosa cambia. De partida hay 80.000 personas (denominados trabajadores “conmutados”) que viajan a Antofagasta para trabajar en la minería, desde Coquimbo hasta el Biobío. De hecho hay 27 vuelos directos Concepción-Antofagasta y Concepción-Calama cada semana. Llegan en avión, los esperan buses en el aeropuerto, suben a la faena, trabajan siete días y vuelven a sus casas en el centro o sur del país. No viven en Antofagasta, no gastan en Antofagasta, no educan a sus hijos en Antofagasta.

4. El “espejo” del país: Hay, sin duda, razones técnicas y económicas que explican por qué vienen tantas personas de fuera de la región a trabajar en la minería, como la especialización laboral o el costo de la vida, pero Antofagasta representa un “espejo” de lo que es el Chile de hoy. Por un lado encarna el país del futuro: cobre y litio para la transición energética, energía solar de clase mundial, hidrógeno verde, desalación, tecnología aplicada.