En el proyecto participaron alumnos de la Universidad del Desarrollo, la U. de Stanford y la U. Católica, y trabajó en función de los desafíos sociales y económicos de la Región de Magallanes, Chile y América Latina.
Todo un éxito resultó la travesía del E-Ship, el Barco de la Innovación. Luego de seis días de viajar por lugares como Cabo de Hornos y Puerto Williams, los 80 estudiantes provenientes de distintas universidades, tanto nacionales como internacionales, lograron dar con propuestas a los ocho desafíos que se les presentaron.
Los alumnos fueron apoyados en todo momento por profesionales y mentores de las instituciones organizadoras de esta travesía, liderados por el director de Desarrollo de la Universidad del Desarrollo, Carlos Varela; el director de Emprende UC de la Universidad Católica, , Cristóbal García, y por parte de la Universidad de Stanford, los expertos y profesores Tina Seelig y Bernie Roth.
Para Carlos Varela, esta experiencia fue realmente transformadora para los participantes, especialmente para los alumnos. “De eso se trataba el proyecto principalmente, vivir una experiencia de aprendizaje, no sólo en cuanto a lo académico, sino en términos de redes, inmersión total, empatía con la comunidad local, trabajo intercultural e interdisciplinario”, explicó.
En cuanto a la metodología de trabajo, Varela señaló que los 16 equipos realmente se afiataron. En todos había al menos un alumno UDD, uno UC y uno de Stanford, y se completaban con jóvenes de universidades de distintas partes de Chile.
“El cuerpo de mentores estuvo siempre comprometido, tanto con los desafíos que les asignaban como con el trabajo total, dándose la esperada polinización cruzada entre equipos y mentores, lo que hizo mucho más rico el proceso”, contó Varela.
Además de los ocho desafíos planteados en un comienzo, en el camino surgieron distintas ideas para mejorar la confianza entre los asistentes, fomentar la educación basada en la flora y fauna del lugar, incorporar cursos o talleres de emprendimiento a las mallas curriculares y relacionar el turismo de nicho con centros científicos.
El estudiante de Ingeniería de la UDD, Nicolai Samsing, quien asistió al E-Ship, destacó la posibilidad de agilizar la mente, desde los instantes de reunión como almuerzos y cenas, hasta conversaciones de pasillos y las charlas con los expertos.
Luego de la experiencia en el barco de la innovación, se realizará un documental y se lanzará un libro. Además quienes asistieron al E-Ship seguirán trabajando por seis semanas para pulir las ideas y las propuestas a los desafíos.