Por Cristián Larroulet:
Invitado por la Sofofa y la Universidad del Desarrollo, se encuentra en nuestro país el Ministro de Hacienda y Finanzas Públicas de Argentina, Alfonso Prat-Gay. Su presencia es relevante para abordar la marcha del plan de rescate económico en que el gobierno de Macri está empeñado. Recordemos que Argentina aplicó durante más de una década, una política económica populista-estatista que fue limitando el comercio, el emprendimiento, deteriorando las cuentas fiscales y la solvencia internacional del país. Esto se tradujo en inflación, aumento de la pobreza y desprestigio internacional.
En sus primeras decisiones, el nuevo gobierno argentino ha sido valiente y claro. Reconoció el problema cambiario, liberando el tipo de cambio, está enfrentando su situación de deuda impaga, está racionalizando gradualmente su gasto público y moderando la expansión monetaria para frenar la inflación. Además ha eliminado impuestos especialmente dañinos para el proceso exportador. En otras palabras, reconstruye un entorno favorable a la capacidad creadora de las personas, condición fundamental para el progreso de una nación.
Este proceso es importante para nuestro crecimiento y, por ello, debemos valorar la primera visita a Chile del ministro Prat-Gay, como conductor económico de Argentina. Chile es una economía abierta y por lo tanto, nos beneficiamos de que a nuestros vecinos les vaya bien. Hace años que ello no le ocurría a Argentina y por eso las relaciones económicas se fueron deteriorando, especialmente cuando el gobierno trasandino no cumplió compromisos fundamentales para las inversiones chilenas en Energía.
Por ello, resulta clave conocer en detalle el Programa Económico en implementación y el rol que en él tienen los emprendedores chilenos. Cabe recordar que, entre 1990 y 2014, la inversión directa de capitales chilenos en el mundo ascendió a US $ 99.959 millones, de los cuales US$ 17.811 millones fueron a Argentina. Pero estos últimos se realizaron en mayor proporción en la década de los 90. El año 2014, por ejemplo, el monto de inversión chilena en el país vecino fue solo de 19 millones de dólares. Si como lo ha señalado el Presidente Macri, se restablece el respeto por el derecho de propiedad y el Estado de Derecho, junto con simultáneamente ordenar su economía, no hay duda que ese flujo se va a recuperar para beneficio de chilenos y argentinos.
Otro aspecto relevante para Chile es la importancia de “mejorar la respetabilidad del barrio”. En efecto, la seriedad en el manejo de la deuda externa que comienza a realizar el nuevo gobierno trasandino, reduce los factores de riesgo global de Latinoamérica y facilita el acceso a recursos de ahorro e inversión internacionales, tan necesarios para nuestros países. Pero eso no es todo, es altamente probable que la gestión exitosa en el campo de las finanzas internacionales permita al nuevo gobierno avanzar en la liberación del comercio, introduciendo reformas al Mercosur para que se acaben sus elementos proteccionistas.
Una de las debilidades de nuestra economía es su tamaño, si Argentina consolida sus reformas, tendremos mercados más atractivos para dar saltos de productividad. Queremos el mayor de los éxitos para Argentina y, con ello, para Chile y Latinoamérica.