Hernán Cheyre | Director Centro de Investigación de Empresa y Sociedad (CIES) UDD
Diario Financiero | Lunes 13 de diciembre, 2021

Para que una economía basada en el libre funcionamiento de los mercados opere bien, requisito fundamental es que exista una efectiva competencia, por cuanto esa es la única forma de garantizar que los consumidores puedan acceder a los bienes y servicios que demandan en las mejores condiciones de precio posibles. Es por ello que las economías de mercado más sólidas cuentan con una institucionalidad que permite sancionar las conductas que atentan contra la libre competencia. Los carteles y las colusiones de precios son los casos más emblemáticos, por cuanto el perjuicio que causan provoca un daño evidente a los consumidores, a la vez que erosiona la legitimidad del sistema.

No es posible erradicar los factores que motivan incurrir en conductas impropias, ya que este tipo de desviaciones, aún no siendo generalizadas, forma parte de la naturaleza humana. De ahí, entonces, la importancia de una institucionalidad que sancione estos comportamientos.

Pero el tema de la libre competencia tiene un alcance que va más allá de hacer competir a los participantes de una industria. Tan importante como ello es que exista libre entrada a los mercados, de manera que los actores incumbentes puedan ser ‘desafiados’ por emprendedores que buscan un espacio para ofrecer nuevos productos, procesos o modelos de negocio orientados a resolver de mejor forma las necesidades de los consumidores. En esta materia también hemos avanzado en Chile, pero aún falta mucho camino por recorrer.