A tres meses del conflicto armado entre Rusia y Ucrania, el Instituto de Humanidades y el Centro de Estudios en Economía y Negocios (CEEN) de Universidad del Desarrollo, junto a la Academia de Guerra, realizaron un interesante seminario para discutir los inicios, desarrollo y futuro de la guerra a través de diferentes enfoques: la perspectiva geopolítica, las consecuencias económicas, el uso de instrumentos militares y finalmente el poder de las fake news.
El director del Instituto de Humanidades, Guido Larson, fue el encargado de moderar y dar el puntapié inicial a este evento, haciendo un breve análisis de lo que ha sido el conflicto, el cual tiene múltiples causas y donde aún existe un gran vacío en torno a su explicación, pero que sin lugar a dudas, está impactando al mundo y afectará, ciertamente, en el futuro. De esta forma, le dio el paso a Jorge Sanz, académico del Instituto de Humanidades y de la Facultad de Gobierno UDD, quien expuso sobre las perspectivas geopolíticas de esta guerra, y el hecho de que Rusia no ha podido alcanzar del todo sus objetivos políticos.
“La presión de Occidente ha modificado los objetivos políticos diseñados por Rusia, el primer objetivo era la conquista y sometimiento de Kiev, no lo alcanzó; el segundo objetivo era la Península de Crimea, la tiene, pero todavía no la tiene; el tercero eran las repúblicas del Donbás que las tiene, pero todavía no del todo, las están peleando. Entonces, el objetivo político que se impone Vladimir Putin no lo ha podido conseguir, lo único que tiene es Mariúpol, que lo puede manejar y trabajar, políticamente, como una ventaja en una posible pronta negociación», explicó Sanz durante la exposición.
Si bien la perspectiva geopolítica da a entender de alguna forma el origen de este conflicto, que tiene tintes más bien territoriales, una de las aristas que más ha remecido al mundo durante esta guerra, han sido las consecuencias económicas, donde todos los países se han visto afectados de alguna forma y donde la inflación ha llegado a números históricos. Cristián Echeverría, director del CEEN UDD, fue el encargado de exponer sobre este tema, abarcando los efectos económicos que ha tenido esta guerra a nivel mundial y de forma más cercana a nuestro país, entre los que destacan el aumento de los precios en la energía y en los alimentos, un aumento de la inflación mundial y por lo tanto una caída en el crecimiento y mayor incertidumbre.
Pero, ¿se han preguntado cómo funciona una guerra desde el punto de vista armamentista y militar? De este enfoque estuvo encargado de exponer el Teniente Coronel, Ricardo Guzmán, de la Academia de Guerra, quien hizo una extensa presentación acerca del uso de instrumentos militares en el conflicto, mediante una síntesis de lo que ha sido la evolución de la guerra desde los objetivos militares de ambos países al inicio, cómo ha sido la evolución de esta en el tiempo, además de la tenaz defensa que ha presentado Ucrania desde el comienzo, que viene dado por una preparación que lleva años gestándose.
“Ucrania preparó su defensa desde el año 2014, no es al azar la defensa tenaz que plantea ante la penetración de Rusia a su territorio, y la OTAN viene apoyando ese proceso desde esa época, con material y con instrucción. Todo el entrenamiento que desarrolla Ucrania es en función de la defensa de su territorio y su actitud ante la invasión. Hay una combinación de cosas, un desarrollo de capacidades, una voluntad política de invertir en defensa, para el momento en que suceda la invasión, estén preparados para hacer frente a ella. Y estamos viendo los resultados hoy en día», explicó el Teniente Coronel.
Añadiendo que, «el resultado de la guerra va a depender directamente del esfuerzo bélico que pongan ambos países. Creemos que, con el análisis que llevamos haciendo en este tiempo, va a estar dado por la mantención en el tiempo del esfuerzo bélico. Si uno de los dos es capaz de mantenerlo en el tiempo, esto se va a prolongar, no se sabe por cuánto tiempo más».
Pero aparte del instrumento militar, hay otra arista que también es primordial dentro de una guerra de estas características , y tiene que ver con el rol que cumplen las comunicaciones dentro del conflicto. De esto se trató la exposición del Teniente Coronel, Felipe Olea, quien dio a conocer cómo influye la información y la desinformación durante el desarrollo de la guerra. «En ese sentido, la maniobra de información se estudia en tres dimensiones: Cómo afecta la información en la parte cognitiva, del individuo, a las voluntades y emociones de la población; cómo afecta a las estructuras y organizaciones, y finalmente, un aspecto físico, de la infraestructura que tienen los estados para desarrollar esta maniobra«, explicó.
Agregando que «la información hoy pasa a jugar un papel importante o vital dentro de los elementos del poder nacional, afectando lo económico, diplomático y obviamente a lo militar. Estas operaciones de información, persiguen la capacidad de influir en la toma de decisión del adversario y también obviamente, a proteger la nuestra. Para eso hay diferentes herramientas para poder lograrlo, por lo que se dice que las tecnologías y las redes sociales que se manejan hoy, entraron al campo de batalla. Es por esto, que las noticias, noticias falsas, la información y la desinformación, afectan directamente a la población, a nosotros, que somos quienes recibimos esos datos y que nos puede afectar en nuestra voluntad, y también, en nuestra toma de decisiones respecto a nuestra posición al conflicto».
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