Por: Érica Salvaj, directora de Investigación Facultad de Economía y Negocios Universidad del Desarrollo
En los últimos años se ha incrementado la participación femenina en el mundo empresarial, sin embargo, los directorios constituyen aún un espacio esquivo para las mujeres. Los datos muestran que en EE. UU. las mujeres ocupan solo el 17 % de los puestos de directorio en las Fortune 500. Muchas de las principales empresas de EE.UU. tienen dos mujeres en sus juntas directivas, lo que representaría el número mínimo para evitar una mala publicidad. Solo algunos países europeos exigen entre el 30 % y el 40 % de participación femenina. En Chile, los directorios de las 447 organizaciones que informan a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), incluyen un 12% de directoras y en el 47% de estas empresas no hay mujeres en el directorio.
Una de las barreras para el acceso femenino a las juntas directivas, es la dificultad para formar parte de las redes de directores. En un estudio recientemente publicado, encontramos que ellas no son invitadas a participar en más de un directorio, lo que las hace menos visibles y poco vinculadas. En definitiva, algunas mujeres están poco a poco llegando a los directorios de las grandes empresas, pero lo hacen a los que están menos conectados y suelen participar en no más de una posición en las juntas directivas.
Ahora, ¿por qué es importante incrementar la participación femenina en las juntas directivas? ¿Solo se trata de mostrar mayor diversidad para que las empresas se legitimen frente a una sociedad cada vez más crítica con el mundo de los negocios?
La baja participación de mujeres en los directorios no solo afecta el desempeño y la imagen de las empresas, sino que es una pérdida para toda la sociedad. Recientes investigaciones muestran que cuando hay al menos una mujer en los equipos de los directorios de empresas privadas o del Estado, se supera al desempeño de los que están compuestos exclusivamente por hombres (siempre que los miembros del equipo acepten las sugerencias femeninas). Estudios realizados en diversos países, muestran que incluir mujeres en la junta directiva, mejora los resultados y reduce el riesgo de quiebra de la empresa. Las directoras financieras tienen un 2,6 % menos de probabilidades de malinterpretar las finanzas corporativas que los directores financieros.
En un ámbito distinto al de los directorios, un reciente análisis basado en las Comisarías de Brasil, indica que los homicidios entre la población femenina en los municipios que cuentan con comisarías lideradas por mujeres se reducen. Otra investigación más amplia en Brasil, a nivel municipal, mostró que los equipos de gobierno liderados por alcaldesas reducen la violencia mediante la creación de policías municipales e infraestructura orientada a lo social. Adicionalmente, se encontró que las mujeres logran ser asertivas y tomar decisiones difíciles, mientras que al mismo tiempo exhiben comportamientos comunitarios.
Entonces, retornando a nuestra pregunta anterior: ¿por qué es importante incrementar la participación femenina en las juntas directivas? Porque no solo es bueno para el desempeño y la legitimidad de las empresas, sino que hace bien a toda la sociedad. Chile necesita en estos tiempos empresas con una mayor orientación a las necesidades de la comunidad, sin perder de vista el negocio. Los datos señalan que cuando hay más mujeres en la alta dirección comienza a haber preocupación por los más desatendidos. Las empresas comienzan a tener más cuidado y llevan adelante acciones en favor del medio ambiente y el respeto por la comunidad, incrementando así su responsabilidad social. Estos son tiempos que requieren de paz, colaboración y esfuerzos conjuntos, invitar más mujeres a participar en la alta dirección podría ayudar a lograrlo.
Publicado en Trade News
