Hernán Cheyre
Presidente Consejo CIES UDD
Diario Financiero
Viernes 10 de noviembre 2023
El discurso económico del Presidente Biden se ha centrado en la necesidad de fortalecer el crecimiento de la economía norteamericana velando por el cuidado del medioambiente y la sustentabilidad en general, buscando a la vez una mayor participación en las cadenas de valor que le permita disminuir la dependencia de insumos y productos producidos en terceros países. Como justificación de esta postura se mezclan factores puramente económicos con variables geopolíticas que surgen en contextos globales altamente convulsionados.
Una de las principales iniciativas impulsadas por el presidente norteamericano en esta dirección es la Inflation Reduction Act (IRA), promulgada en agosto de 2022. Con un presupuesto de US$ 370 mil millones, el IRA consiste en una combinación de subsidios, préstamos, beneficios tributarios e inversiones específicas a actividades tan diversas que van desde el apoyo a la producción de electricidad a partir de fuentes renovables, hasta créditos tributarios para la manufactura doméstica de componentes que forman parte de la cadena de producción de módulos solares, turbinas de viento y celdas para baterías.
Incluye también subsidios a la compra de vehículos (nuevos y usados) que funcionan con energías limpias, créditos tributarios a la producción de hidrógeno verde en Estados Unidos, incentivos para mejorar la eficiencia energética de los hogares, etc. Para poder acceder a determinados beneficios se exige que los insumos sean adquiridos a otros productores estadounidenses, permitiéndose su abastecimiento desde terceros países en la medida que el país del norte tenga suscrito con ellos acuerdos de libre comercio. Hay en todo esto un afán proteccionista con un potencial altamente negativo en el comercio internacional global.
En este contexto, no pasaron desapercibidas las palabras del Presidente Boric sobre este tema en su reciente visita a Estados Unidos. El mandatario chileno señaló su preocupación por el proteccionismo en el mundo y en particular por las consecuencias que pueda tener el IRA en la inversión de empresas estadounidenses en nuestro país, en la medida de que sus operaciones en Chile no pudieran acceder a los beneficios del IRA, que sí obtendrían las empresas localizadas en Estados Unidos.
La justificada inquietud del presidente Boric queda resuelta al considerar que el IRA hace extensivos los beneficios a los países con los que se hayan suscrito acuerdos de libre comercio, como es el caso de Chile, pero su apreciación respecto del problema de fondo que subyace a esta nueva forma de proteccionismo es plenamente válida. No deja de ser paradójico que esta situación concreta que preocupa al Presidente Boric pone de manifiesto la ventaja de perseverar en la sucripción de nuevos acuerdos de libre comercio y en la profundización de los vigentes, conside rando los vientos proteccionistas que so= plan en el mundo. Esto, en una materia en la cual no ha habido una postura unánime en el mundo oficialista.
A partir de este debate, y considerando que el Gobierno está realizando grandes esfuerzos en la promoción de la industria del hidrógeno verde, en el diseño de los distintos instrumentos se debe tener el debido cuidado de no estar violando ninguna de las normas de la OMC en cuanto a entorpecer la competencia internacional, que es precisamente lo que, con razón, el presidente Boric critica a las iniciativas que está desplegando Estados Unidos.