Por Diario Financiero
El consumo poco a poco comienza a levantar cabeza luego de un 2023 en rojo. Una dinámica que se condice con el interés por comprar en tiendas de ropa, alimentos y electrónica online, las cuales subieron 5,3% en abril comparado con marzo. Así lo constató el Centro de Investigación de Empresa y Sociedad de la Universidad del Desarrollo (CIES-UDD), que rescata mes a mes antecedentes públicos disponibles en internet como parte del reporte “Indicadores Económicos de Alta Frecuencia”.
“Vamos a ver una recuperación del consumo, la cual no parece venir de un mercado laboral dinámico, más bien parece relacionarse con la baja en las tasas de interés y el acceso al crédito de consumo”, explica el director del CIES-UDD, Víctor Martínez.
Las mismas ventas minoristas del comercio mostraron una recuperación en marzo, cuando subieron 14% anual. Este comportamiento, tal como lo refleja el informe, se da en un contexto en que la liquidez de los hogares se ha estabilizado en torno a su tendencia histórica. En febrero, los saldos totales en cuenta corriente crecen un 1% mensual, según cifras de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
El punto preocupante, como lo plantea Martínez, es que el monto de morosidad recuperó los niveles previos al Covid-19. El último registro, dice CIES-UDD sugiere un total de 673.366 personas en esta situación.
“Aunque los niveles de mora han vuelto a los observados antes de la pandemia, el contexto actual es significativamente diferente: enfrentamos un mercado laboral menos dinámico y una recuperación de empleos aún incompleta desde la pandemia, todo ello en ausencia de políticas públicas que impulsen un mayor dinamismo económico”, explica el economista.
Otro de los factores que mide el CIES-UDD es la creación de empresas, que en abril creció 24,2% en 12 meses, su mejor cifra en casi tres años y que marca distancia con la caída de 7% anual en marzo. Martínez señala que este indicador “parece estar respondiendo a la actividad económica, reflejando las fluctuaciones recientes en el sector industrial”.
En marzo, recordó que se observó un debilitamiento de la actividad industrial, influido en parte por los días feriados adicionales que no se presentaron el año anterior. En abril, ocurrió un efecto contrario, ya que el año pasado contó con más días festivos.
Pese al dinamismo de la actividad, el interés por las prestaciones de desempleo subió apenas 0,7% en el período febrero-abril en relación al trimestre móvil anterior, lo cual podría ser reflejo de un aumento en los despidos, señala el reporte. Pese a lo anterior, la búsqueda de empleo se mantuvo “estancada”.
“El último trimestre móvil reportado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) marcó un período favorable para el crecimiento del empleo. Sin embargo, los datos de alta frecuencia sugieren que este ritmo de generación de empleos no se sostendrá en el largo plazo”, plantea Martínez.
A su juicio, actualmente se observa una brecha de empleo que persiste desde la pandemia y una recuperación del empleo que no alcanza la calidad deseada. Además, menciona que 1,6 puntos porcentuales del incremento del 3,4% en la ocupación corresponde a puestos informales.
“A pesar del dinamismo económico observado, este no se ha traducido en mejoras en los indicadores laborales, donde más bien se observa un estancamiento”, dice el director del CIES-UDD.