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Columna Hernán Cheyre «Financiamiento para el desarrollo»

Hernán Cheyre
Presidente CIES UDD
El Mercurio
Economía y Negocios


El proyecto de ley que crea una Agencia de Financiamiento para la Inversión y el Desarrollo (Afide) fue aprobado por amplia mayoría en la Cámara de Diputados y ahora inicia su tramitación en el Senado.

Desde una perspectiva institucional esta iniciativa constituye una interesante reforma al aparato esta-tal, por cuanto transforma la actual Gerencia de Inversión y Financiamiento (GIF) de la Corfo en una entidad autónoma organizada como una sociedad anónima, administrada por un directorio profesional y supervisada por la CMF. Actualmente la GIF, en lo fundamental, otorga garantías crediticias y préstamos a fondos para capital de riesgo, e intermedia créditos otorgados por entidades financieras internacionales a través del sistema financiero local. Siendo parte de la Corfo, esta gerencia reporta a fin de cuentas al Consejo de la corporación, integrada mayoritariamente por ministros de Estado y por su propio vicepresidente ejecutivo, lo cual la convierte de hecho en un brazo operativo del gobierno de turno, sin ninguna autonomía, si bien sus actos quedan sometidos al control de la Contraloría General de la República. Este cambio institucional permitirá avanzar en la modernización del Estado al mejorar la efi-ciencia, los sistemas de control y la transparencia en la administración de cuantiosos recursos públicos.

Una materia en la que durante su tramitación en la Cámara planteamos una propuesta adicional para reforzar lo anterior, pero en la que no se logró avanzar, fue la referida a que en la propiedad de la Afide pueda participar alguna entidad internacional. Esto permitiría internalizar en las mejores prácticas que ya forman parte del acervo de las agencias multilaterales de mayor prestigio e incorporar a lo menos un director con una mirada y experiencia diferentes. Varias de ellas ya tienen participación en otras agencias, y en ningún caso esto afectaría el control estatal en la propiedad de la Afide, pero sería una buena manera de garantizar una mayor disciplina de mercado en su operación.

En el plano operativo propiamente, durante su tramitación en la Cámara también hicimos ver la inconveniencia de que la Afide participara como entidad de «primer piso» entregando créditos directos a empresas, por cuanto en esto las instituciones financieras privadas tienen una ventaja y experiencia que es innegable, y en el caso de las operaciones más riesgosas ello perfectamente se puede complementar a través de garantías crediticias otorgadas por la propia Afide, en el marco de lo que se conoce como actividades de «segundo piso», que es lo que actualmente hace la Corfo. Bajo esta lógica, pero para hacerse cargo de situaciones en que por la magnitud de los recursos involucrados se requeriría la participación conjunta de más de una entidad, finalmente se acordó que la Afide pudiera participar en forma directa solo en la medida que la operación ya tuviera la aprobación y el compromiso de participación de otras entidades privadas, bajo la lógica de un crédito sindicado (operaciones «entrepiso»). Aunque el umbral mínimo del 20% que quedó establecido parece bajo, ese guarismo podrá ser discutido durante la tramitación del proyecto en el Senado. Con todo, tratándose de una buena iniciativa, hay todavía temas pendientes que deberán ser corregidos.