El ex secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet, hoy profesor de la Universidad del Desarrollo e investigador del Centro de la Empresa y Sociedad (CIES), destaca que las reformas económicas de Javier Milei han logrado estabilizar a Argentina tras años de crisis fiscal. Con decisiones enfocadas en la inversión, la productividad y el comercio internacional, Larroulet subraya que el éxito argentino podría servir de inspiración para que Chile tome medidas más ambiciosas hacia un crecimiento sostenible.
–Lo primero que debemos resaltar es que, a pesar de las dudas iniciales, Milei ha tenido una gestión exitosa en varios aspectos. En el plano económico, su enfoque ha sido atacar de raíz el desequilibrio fiscal, que era la principal causa de la inflación en Argentina. Desde un principio, él explicó al pueblo argentino que la emisión monetaria para financiar ese desequilibrio era insostenible y debía ser corregida.
En poco tiempo, lograron detener la emisión del Banco Central al estabilizar las cuentas fiscales. Este logro ya se refleja en una reducción significativa de la inflación y en una mayor estabilidad cambiaria. Por otro lado, en el plano político, Milei ha demostrado capacidad para comunicar de manera honesta las dificultades que enfrenta el país- El pueblo argentino lo está pasando mal, con una caída en el PIB, pero ve que la primera promesa se está cumpliendo y están viendo que cae la inflación, la brecha cambiaria se está reduciendo y ven una señal de esperanza porque las proyecciones de actividad para 2025 son positivas.
–Los resultados son claros. La inflación está retrocediendo. Estos datos son contundentes y demuestran que la política económica está dando frutos.
Además, la confianza de los consumidores y empresarios también ha mejorado, según las encuestas recientes. La brecha cambiaria, que había sido un problema crítico, se está cerrando. Estos avances generan credibilidad en las políticas de Milei y muestran que el país está avanzando en la dirección correcta.
–Hay una serie de iniciativas en marcha que son fundamentales para impulsar el crecimiento. Por ejemplo, en la reciente reunión del Mercosur en Uruguay, Argentina propuso flexibilizar el bloque comercial para permitir negociaciones directas entre países. Esto es crucial para aumentar las exportaciones y modernizar el comercio exterior.
Por otro lado, se están implementando reformas estructurales, que encabeza Federico Sturzenegger, como cambios en las normas de inversión extranjera para atraer capital a través del Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) y proyectos significativos en sectores clave como minería, energía y agroindustria. Estas medidas buscan movilizar el potencial económico del país y generar un entorno más competitivo.
Además, están trabajando en modernizar el sistema tributario y eliminar obstáculos para las inversiones, lo que permitirá un desarrollo más dinámico en los próximos años. Estos procesos duran un par de años, pero nos hacen pensar que son medidas que son viables para un crecimiento económico en 2025.
–Este movimiento es muy relevante. La influencia de Estados Unidos en instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y otras entidades de las Naciones Unidas es determinante. Argentina está moviéndose estratégicamente en este frente, y no hay duda de que la alianza con Trump será de gran ayuda en estas instancias.
Esto también tiene un impacto político interno. Veo que este movimiento internacional refuerza el soporte ciudadano hacia lo que está haciendo Milei, a pesar de las dificultades. Las proyecciones para las elecciones de medio término son favorables, y si se consolida el respaldo político en el Congreso, podrán seguir avanzando en las reformas económicas necesarias. Estas señales son muy positivas no solo para Argentina, sino también para Chile, porque un país vecino en crecimiento nos beneficia directamente.
–El contraste es claro y, francamente, preocupante. En Chile estamos atrapados en discusiones menores, como si el crecimiento será de 2,2% o 2,4%. Es penoso. Tendríamos que estar discutiendo de las medidas de política para crecer al 4%. ¿Qué medida estamos discutiendo salvo el tema de la permisología? Mientras, Argentina está tomando decisiones audaces, sacando adelante el proceso de inversión se puede hacer. Esto nos muestra que, con políticas económicas bien diseñadas, es posible movilizar la economía incluso en circunstancias adversas.
En Chile necesitamos un cambio de mentalidad. Debemos enfocarnos en políticas que aumenten la inversión, promuevan la productividad y fortalezcan el comercio internacional. La experiencia de Argentina demuestra que, con determinación y buena economía, se pueden lograr resultados significativos.
–No se trata solo de reducir el número de ministerios, sino de redimensionar el Estado y hacerlo más eficiente. En Chile enfrentamos rigideces administrativas que dificultan enfrentar este problema. Por ejemplo, a menudo se opta por crear nuevos ministerios en lugar de fusionar o reformar los existentes. Esto no debería ser así.
Argentina está demostrando que es posible simplificar la estructura gubernamental para mejorar su funcionamiento. En Chile debemos avanzar hacia un Estado más ágil, con menos burocracia y más enfoque en resultados.
–Las reformas de Milei han fortalecido su posición política. Según el índice de confianza de la Universidad Torcuato Di Tella en noviembre hubo un aumento del 10% respecto a octubre. Este respaldo ciudadano es clave, especialmente considerando las elecciones de medio término, donde se renovará la mitad de la Cámara y un tercio del Senado.
Además, el gobierno ha implementado cambios en la distribución de subsidios, eliminando intermediarios que politizaban este proceso. Esto ha reducido los movimientos sociales en su contra y ha consolidado el respaldo a sus políticas. Si estos avances se reflejan en las urnas, Milei contará con un mayor apoyo en el Congreso para avanzar en sus reformas.
–El éxito de Argentina es positivo para toda la región. Un crecimiento sostenido en Argentina abre oportunidades de intercambio comercial y fomenta la competitividad regional. Aunque algunos ven esto como una amenaza, yo lo considero una oportunidad. La competencia no es mala; de hecho, puede incentivar mejoras en nuestra propia economía.
Además, Argentina puede convertirse en un ejemplo de cómo implementar reformas efectivas en contextos difíciles. Si a ellos les va bien, eso puede inspirar a otros países de la región, incluyendo a Chile, a tomar decisiones más audaces y enfocadas en el crecimiento.
–Hasta ahora, las políticas de Milei han sido las correctas, y el desafío es persistir en esta línea. Deben seguir abordando las emergencias económicas de corto plazo mientras avanzan en reformas estructurales que generen beneficios a largo plazo.
El respeto por la propiedad privada, la promoción de la competencia y el fortalecimiento del comercio internacional son pilares fundamentales para un crecimiento sostenible. Si el gobierno mantiene el respaldo ciudadano y político, como parece ser el caso, Argentina tiene un futuro prometedor. Su éxito puede servir como una lección valiosa para otros países que enfrentan desafíos similares.