Fuente: Diario Financiero
Domingo 28 de diciembre
Este 2025 tuvo importantes avances para Chile en aspectos de sostenibilidad, no solo en la reducción de emisiones, sino también en el objetivo de tener un marco claro para desarrollar diversas actividades económicas.
“El avance de Chile en sostenibilidad puede caracterizarse como un proceso de consolidación institucional y operacionalización de políticas públicas, más que de expansión normativa”, destaca María Paz Acuña, académica de la Facultad de Ingeniería de la U. Adolfo Ibáñez.
Añade que el país cuenta “desde hace algunos años con un marco regulatorio robusto, en particular la Ley Marco de Cambio Climático, y durante 2025, el énfasis estuvo en poner en funcionamiento estos instrumentos, especialmente a nivel sectorial y subnacional”.
En el ámbito energético destaca la publicación del Plan de Descarbonización, que entrega una hoja de ruta con 28 medidas para el retiro progresivo del carbón con medidas técnicas y regulatorias concretas, «integrando seguridad energética y transición justa”. Según datos a noviembre de la Comisión Nacional de Energía, el 51% de la capacidad total instalada corresponde a ERNC, cuatro puntos porcentuales más que en noviembre del año pasado.
Acuña también ve avances tangibles en electromovilidad, “con la expansión sostenida de buses eléctricos en el transporte público, y en biodiversidad, con la puesta en marcha operativa del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), que consolida una institucionalidad específica para la conservación”.
Tomás Santa María, profesor investigador del Centro de Sustentabilidad Empresarial de la U. del Desarrollo, agrega la importancia del lanzamiento de la Taxonomía de Actividades Económicas Medioambientalmente Sostenibles (T-MAS), orientada a canalizar inversión de impacto.
“También se avanzó en la implementación de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor, con el inicio de los requerimientos legales de entrega de información y la decisión de incorporar los textiles como una nueva categoría prioritaria, potenciando el avance de una economía circular en Chile. Y la actualización de la contribución determinada a nivel nacional (NDC) para el período 2025-2035, que reafirma los compromisos de reducción de emisiones y adaptación al cambio climático”, detalla.
Más exigencias
Para el senior manager de sostenibilidad y cambio climático de PwC Chile, Nicolás Westenenk, también se avanzó en infraestructura de mercado, incluyendo «la mejora en transparencia y gestión de riesgos ESG/ climáticos con la implementación gradual de exigencias de la CMF (NCG 461 y 519), que | acerca a las empresas locales a lo que piden inversionistas, bancos y compradores internacionales. Eso reduce asimetrías de información y ayuda a diferenciar emisores con estrategia de transición creíble”.
Coincide Santa María: “Hay un aumento sostenido de la reportabilidad en sostenibilidad, que se ha triplicado en los últimos cinco años, según informes de Pacto Global. Esto confirma una tendencia hacia mayor transparencia y una creciente demanda por información ESG, aunque persisten diferencias notables en la profundidad y consistencia de la información reportada”.
Añade que Chile mantiene un liderazgo regional en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), “posicionándose en el lugar 35 de 167 países según el Índice ODS, aunque aún enfrenta desafíos relevantes en reducción de desigualdades, inversión en investigación y desarrollo, gestión de residuos domiciliarios, educación primaria, obesidad poblacional, tasa de homicidios y número de especies en riesgo de extinción”.
Además, Chile avanzó cinco posiciones hasta el séptimo lugar entre 64 países en el Climate Change Performance Index, “impulsado por los avances en energías renovables, la implementación de la Ley Marco de Cambio Climático y el compromiso de alcanzar la carbono neutralidad al 2050″.
Los pendientes
Acuña explica que, en términos comparados, Chile se mantiene entre los países líderes de América Latina en gobernanza climática, transición energ: tica y estándares de reporte en sostenibilidad. “Sin embargo, persisten brechas relevantes en biodiversidad, gestión hídrica y capacidad de implementación territorial, que limitan la efectividad de estos avances», advierte.
Westenenk acota que el país mantiene cuellos de botella que determinan «si la sostenibilidad se transforma en inversión real o queda en reporte”, y también menciona brechas en temas de permisos: «Más que rapidez, falta previsibilidad y coordinación; sin eso, se frena la inversión en infraestructura verde y economía circular”
