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La diferencia entre un sueño y un proyecto

Por: Joaquín Lavín

«…si hay liderazgo, si hay sentido de misión, el sueño imposible se hace realidad. La reconstrucción es un ejemplo de eso…».

1.Leadership Dispatches: Tengo en mis manos el libro del profesor Michael Useem de la Wharton School de la Universidad de Pennsylvania, en que relata la historia de liderazgo detrás de la que califica como «extraordinaria» recuperación de Chile después del 27-F, terremoto y tsunami cuyos efectos destructivos de acuerdo a la energía liberada, fueron 320 veces mayor que el que acaba de ocurrir en Nepal. Describe como una verdadera epopeya que los alumnos volvieran a clases en solo seis semanas.

2.Una fecha: Se acaban de cumplir cinco años, pero lo recuerdo como si fuera ayer. 12 de marzo de 2010. Segundo día de gobierno.

Conversación con el Presidente Pinera a la salida del Tedeum. Me dice: «La diferencia entre un sueño y un proyecto es… una fecha. En la medida en que le pongamos fecha deja de ser sueño y se transforma en proyecto». Ok, Presidente. El sueño: Que ningún niño chileno pierda el año escolar. En ese momento, 1.250.000 niños no tenían dónde estudiar. El proyecto: Bajar ese número a cero en 45 días.

3.Una escuela para Zafrada: Desde ese momento el Ministerio de Educación y todo el equipo nunca paró. El 14 de marzo fui a Iloca. Conocí al «Zafrada», que ya se había hecho famoso. Pero, más importante que eso, ahí estaban Felipe Cubillos y Cristián Goldberg, que habían formado Desafio Levantemos Chile. Iloca estaba destruido. La escuela no existía. Ya sabían del plazo de 45 días. «Te podemos ayudar». ¿Cómo? «Nosotros podemos levantar una escuela modular en una semana». Cristián Goldberg me explicó que usarían una tecnología canadiense que ya estaba probada en los campamentos mineros. No les creí. Pero el 22 de marzo, solo ocho días después, estábamos inaugurando una escuela increíble. Era cierto. Sí se podía. Necesitamos muchas de estas, les dije.

4.Los colegios dos en uno: La creatividad estaba al máximo. Lo primero fue conseguir que los colegios que no habían tenido daño recortaran un poco su jornada, y que aceptaran que otro colegio ocupara su infraestructura en las tardes. Se hizo. Después fuimos a ocupar la infraestructura social: Clases en juntas de vecinos, en gimnasios. Clases en regimientos, como en Linares, y en comisarías como en Lebu. Hubo incluso soluciones más de emergencia: Tiendas de campaña y buses.

Mario Paredes, de Metalpar, llamó para decir que podía transformar buses en desuso en salas de clases. Increíble fue el caso de un profesor que terminó haciendo clases en su propia casa.

5.En un avión Casa a Juan Fernández: El 20 de marzo viajamos con el Presidente a Juan Fernández, en un avión Casa de la FACh. Por esas coincidencias de la vida allá estaban también Felipe Camiroaga, que transmitió para TVN, y Felipe Cubillos, que levantó la escuela con Desafío. La inauguración de la escuela modular fue emocionante.

Tocamos una campanada por cada uno de los niños que ya no estaban. Recuerdo que a la vuelta el Presidente me preguntó, «¿Y qué te ha parecido ser ministro de Educación?».

No sé lo que le dije. Pero hoy, cinco años después, y pese a que no lo pasé muy bien en los últimos meses como ministro, tengo clarísimo que todo valió la pena.

6.El huracán Katrina: Vuelvo atrás. Viernes 5 de marzo. Son las 21 horas y estamos en el Teatro Teletón. Mario Kreutzberger está a punto de salir al escenario a encabezar el «Chile Ayuda a Chile». La meta era juntar $15.000 millones para que Un Techo para Chile construyera mediaguas para los damnificados. Breve conversación con Alfredo Moreno, quien acababa de dejar la presidencia de la Teletón para asumir como canciller y Carlos Alberto Délano, mi amigo y nuevo presidente de la Teletón. Les pregunté: ¿Qué posibilidad hay de que parte de la plata que se junte vaya a reconstruir escuelas? Me dijeron: «Bueno, cada peso que se recaude más allá de la meta de $15.000 millones va para las escuelas». No se veía muy prometedora la cosa. Trato hecho. Más tarde vi como Michelle Bachelet y Sebastián Piñera se abrazaban en el escenario, y al día siguiente mi sorpresa fue grande, se recaudaron $ 45.000 millones. Por lo tanto, $30.000 millones serían para las escuelas. Así nació Escuelas para Chile, que terminaron trayendo desde Estados Unidos las salas de clase que habían ocupado durante la emergencia del Katrina.

Y construyeron 300 escuelas espectaculares.

Con todo el mobiliario incluido.

7. Todo Chile en clases: Y llegó el 26 de abril, día 45. Estaba nervioso. En Talcahuano en Talca, en Constitución, donde habíamos ido con el Presidente, todavía había niños sin clases. Llamamos por teléfono a los alcaldes.

Estábamos bien. Meta cumplida. En cada inauguración la emoción de los niños era total. Muchos de ellos se veían por primera vez después del terremoto. Ese reencuentro y el recuerdo de los compañeros que no volverían nunca más era muy difícil de asimilar.

Tenniné de leer el libro. Es cierto. Si hay liderazgo, si hay sentido de misión, el sueño imposible se hace realidad. La reconstrucción es un ejemplo de eso.