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Vesna Mandakovic, directora del IE UDD, entrega recomendaciones para quienes parten y se desarrollan: «Manejar el financiamiento de un emprendimiento, una tarea difícil que requiere sacrificios»

Separar la cuenta personal de la perteneciente a la iniciativa y tener claros flujos de cajas son algunos de los puntos básicos para hacer sostenible en el tiempo un proyecto. Evitar las inercias y mantener la innovación son claves en estados más avanzados del negocio.

Fuente: Diario El Sur

Mantener siempre separadas las finanzas personales de las que involucran un emprendimiento o negocio, priorizar pagos, y tener claro cuál es el punto en el cual el negocio ya no rinde frutos son aspectos relevantes que hay que conocer al momento de iniciar una actividad independiente. Teniendo claras esas definiciones, y algunas otras más, hay más posibilidades de manejar de forma óptima los recursos y tener más opciones de éxito.

Tal como se indicó, un primer punto relevante es la separación de las finanzas. Vesna Mandakovic, directora del Instituto de Emprendimiento de la Universidad del Desarrollo (UDD), señala al respecto que se recomienda tener cuentas en distintos bancos y que el RUT de la empresa sea diferente al personal.«Es lo primero y más simple que se puede hacer. El riesgo de no efectuarlo es que se puede terminar cubriendo gastos de la empresa con dineros personales. También se pueden generar algunas situaciones por el cálculo de los impuestos o incluso si se llega a la quiebra», explica.

Un segundo consejo que entrega Mandakovic para el cuidado de las finanzas de un emprendimiento apunta a priorizar los pagos dentro de los flujos con los que se cuenta, definir qué es lo esencial, en particular en un primer periodo.«Trazar esta línea entre los costos más importantes y los menos importantes. Cómo gestiono el flujo de caja es súper relevante en una empresa que está empezando y es uno de los principales problemas que surgen en esta etapa», dice.

Dentro de lo mismo aconseja evitar tomar créditos muy caros o tener muchos costos fijos y lo más bajos. «Usamos el término lean, que es partir con lo más pequeño posible, porque si hay equivocaciones, el costo de que te vaya mal no es tan alto, me refiero a no partir con algo gigante de una sola vez, porque después la caída puede ser muy grande. La pregunta más difícil que un emprendedor se puede hacer es ‘¿cuánto estoy dispuesto a perder?’, por eso, si hay una pérdida, ésta debe ser razonable», dice Mandakovic.

Trabajar con socios también es un tema que hay que analizar. Para la profesional, «lo mejor es hablar todo al principio y tener claro, por ejemplo, cuáles son las formas de salida que va a tener cada uno de los socios, en caso de que sea necesario. Cuando se parte, habitualmente, son todos amigos, pero es mejor dejar claro el plan de salida de cada socio. Problemas importantes que se generan en las empresas se producen entre los equipos, en especial en el de los fundadores», señala.

CRECER

Una vez que los primeros meses ya transcurrieron (no hay una medida exacta al respecto, pueden ser 6 meses, quizás un poco más), hay que comenzar a pensar en otros aspectos. «Si sientes que lograste algún objetivo estratégico que te propusiste y puedes saltar al siguiente nivel, dadas las capacidades y conocimiento que tienes, no hay que quedarse en la misma posición, hay que crecer y empezar a escalar en el emprendimiento. Probablemente hay que ajustarlo, en función de lo que aprendiste, o sea, van a haber cambios en relación a lo que planificaste en un principio, pero son cambios que están asociados al aprendizaje iniciado en el proceso de consolidación del negocio», detalla Vesna Mandakovic.

En este punto, la profesional comenta que las condiciones del entorno son muy variables y los mercados son cada vez más competitivos. Es posible que después de un tiempo, el emprendimiento comience a crecer, pero al tener cierta inercia, deja de innovar, por ejemplo, y siempre hay que estar atento a las oportunidades que se van dando, aconseja.

«En la literatura del emprendimiento, se habla del ‘Valle de la muerte’ después de los 3 años y medio. Luego de ese tiempo, ya se puede pensar en una empresa establecida. Está demostrado que si no existe algo para innovar, crecer o escalar en el mercado, entonces no se logra cruzar ese tiempo, el ‘Valle de la muerte'», sostiene la directora del Instituto de Emprendimiento UDD.

¿Qué hay después de ese umbral, qué camino hay que tomar?

Tienes que ver cuáles son las ventajas comparativas que tienes en el mercado, o sea, qué es lo que te hizo alcanzar esa posición que posees, y en base a eso construir, sobre las habilidades y las competencias de la empresa. Ver si hay una nueva línea de negocios, o internacionalizar el emprendimiento. También ver opciones para levantar capital. Siempre con los pies sobre la tierra, e insertos en un proceso de aprendizaje que es continuo.