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Columna de Fernando Sánchez «Tres elementos críticos para innovar con éxito en tu empresa»

Cientos de organizaciones en Latinoamérica declaran a la innovación como una de sus prioridades para destacarse en cada uno de los mercados en que participan. Sin embargo, ¿Por qué algunas empresas triunfan en este desafío y otras fracasan estrepitosamente? Si bien hay múltiples razones que pueden explicar estos resultados, las empresas innovadoras que sobresalen comparten tres elementos distintivos:

1. Tienen claridad respecto a cuál es su estrategia.

Las empresas que innovan exitosamente tienen un propósito claro, saben a qué consumidores quieren satisfacer y conocen cómo crearán un valor significativo a todos los grupos de interés que rodean a la empresa: consumidores, proveedores, complementadores, colaboradores, comunidad, entre otros. Asimismo, despliegan acciones que les asegure capturar una parte del valor creado a la sociedad.

Estrategia es priorizar, junto con tener un foco definido. Todas las empresas cuentan con muchas ideas buenas e interesantes. Sin embargo, pocas organizaciones toman elecciones conscientes respecto a qué van a hacer, y más importante aún, a qué renunciarán. Así, desarrollan un conjunto de iniciativas que no solo se alienan con el propósito general de la organización, sino que también cada una de estas iniciativas se complementan unas a otras, generando una ventaja que es muy difícil de imitar por la competencia. Solo así es posible desarrollar innovaciones que tengan sentido estratégico. Un buen ejemplo de la conexión imprescindible que debe existir entre estrategia e innovación es la experiencia que tuve al desarrollar una consultoría a una empresa multilatina líder de retail en la región, que buscaba fortalecer su estrategia de sustentabilidad a través de la innovación. Como equipo consultor fue muy fácil guiar a los gerentes de la empresa en sus desafíos innovadores, debido a que ya existían los objetivos estratégicos en torno a sustentabilidad y medioambiente, además de ya contar con una priorización de actividades estratégicas delineada para los próximos años. Así, los portafolios de innovaciones creados fueron una respuesta a los diferentes problemas estratégicos que la organización había definido anteriormente.

2. Manejan múltiples formas de innovar.

Las empresas latinoamericanas no se escapan del sesgo de creer que la única forma de obtener mayores utilidades a través de la innovación es a través de nuevos productos con base tecnológica, radicales y nuevos para el mundo. Si bien estos emprendimientos y empresas son los que atraen portadas de revistas, tienen más likes y reciben más premios, se debe reconocer que son imprescindibles para crear nuevos futuros posibles. Diferentes investigaciones confirman que tan importante como una innovación de producto, lo son innovaciones de procesos, las de carácter organizacional y también las que se realizan con foco en marketing, como por ejemplo cambios en el diseño y empaque de los productos, nuevas formas de promoción y tarificación de precios (como por ejemplo un nuevo modelo de suscripción, freemium u otro nuevo formato para tu negocio).

Las empresas que se benefician significativamente de la innovación también aprovechan de adoptar innovaciones que provienen de otras industrias, zonas geográficas o ámbitos que la competencia nunca pensaría en ir a explorar y adoptar, lo cual es especialmente importante para empresas latinoamericanas. Finalmente, añadir innovaciones incrementales y no necesariamente radicales puede tener un mayor impacto en la sociedad. Investigadores de la Universidad de Stanford, Chicago y el Fondo Monetario Internacional (FMI) demostraron que la mayor contribución a crear valor para la sociedad no proviene de innovaciones radicales, sino que la mayor parte del crecimiento se produce a través de mejoras en lugar de la creación de nuevas variedades de productos (Garcia-Macia, Hsieh y Klenow, 2019).

En definitiva, no es necesario presionarse innecesariamente por desarrollar un tipo específico de innovación, perfectamente puedes ayudar a tu organización adoptando innovaciones no tecnológicas, y no enfocarte solamente en innovaciones radicales.

3. Fomentan una real cultura de innovación.

Por último, la estrategia de innovación de tu empresa se implementa en las acciones que realizan los colaboradores de tu organización día a día, por lo que necesitas crear y gestionar una cultura que efectivamente fomente el desarrollo y despliegue de innovaciones en tu empresa con foco en crear y capturar valor para la organización. De otra forma, las empresas caerán en un “teatro de la innovación”, donde lo importante es mostrar que están realizando esfuerzos de innovación, aunque no saben bien por qué, aparecen post-it por todos lados e iniciativas que no tienen conexión con el propósito de la compañía.

Asimismo, tal como afirma el investigador de Harvard University, Gary Pisano, en una verdadera cultura de innovación debe co-existir una tolerancia hacia el fracaso, pero también intolerancia a la incompetencia. Tiene que haber un enfoque en experimentar, pero con alto nivel de disciplina. De la mano de lo anterior, se deben priorizar ambientes colaborativos, pero con accountability individual. Muchos ejecutivos no entienden que para avanzar en los retos innovadores de sus organizaciones deben compatibilizar los elementos “divertidos” de la innovación, con una dimensión sistémica y consistente para alcanzar los resultados financieros y sociales de la empresa.

En resumen, siempre empuja la innovación con un fuerte lazo a la estrategia de la empresa, no te cierres a innovar en otras dimensiones más allá de innovaciones tecnológicas radicales, y siempre ten presente que la innovación no tendrá éxito si no creas una verdadera cultura innovadora en tu organización.