Fuente: Diario Financiero
La inflación en junio le entregó un leve respiro a los bolsillos de los chilenos, en la antesala del reajuste alcista para el valor de las tarifas eléctricas.
En el sexto mes del año, según publicó a inicios de este mes el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró una caída mensual de 0,1%, lo que de todas formas llevó al resultado en el último año a un 4,2%, todavía lejos de la meta de 3% del Banco Central.
En el período, destacaron las disminuciones en los valores del vestuario y el calzado y de equipamiento y mantención del hogar, lo que contrastó con el aumento en los precios de los alimentos y las bebidas no alcohólicas.
Pese al respiro, los menores precios no fueron una tendencia generalizada en el sexto mes del año. Así lo evidencian los cálculos del Centro de Investigación de Empresa y Sociedad de la Universidad del Desarrollo (CIES-UDD), ya que en junio la inflación fue más alta para el segmento de la población más vulnerable.
El primer quintil, el que engloba al 20% de los hogares de menores ingresos, exhibió un IPC mensual de 0,1%, llevando su avance anual a 4,1%. Este es el valor más alto entre los cinco grupos que mide el CIES-UDD.
En el otro extremo se ubicó el quinto quintil, en el que se encuentra el 20% de los chilenos de más altos ingresos. Para este segmento, el IPC registró una caída mensual de 0,3%, la más pronunciada entre sus similares, llevando el acumulado en los últimos doce meses a 3,5%, siendo este porcentaje también el más bajo entre los quintiles de ingreso.
El director del CIES-UDD, Víctor Martínez, explicó que una de las divisiones con mayor incidencia positiva en el mes fue la de Alimentos y Bebidas No Alcohólicas, la cual tiene una ponderación dos veces más alta en el quintil de menores ingresos en comparación con el de mayores entradas.
La segunda división con una mayor incidencia positiva, continuó, fue Vivienda y Servicios Básicos. Aunque esta división es significativa para todos los grupos socioeconómicos, su ponderación es 20% más alta en el quintil de menores ingresos que en el de mayores ingresos, recalcó.
“Por el contrario, la suma de las ponderaciones en las canastas de las divisiones con mayor incidencia negativa en el mes (Equipamiento del Hogar y Vestuario) es un 40% más relevante en las canastas del quintil de mayores ingresos en comparación con el de menores ingresos”, detalló el economista.
Martínez agregó que la suma de las dos divisiones con mayor incidencia positiva representa un 50% de la canasta del quintil de menores ingresos y solo un 29% de la del quintil de más altos ingresos.