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Columna Joaquín Lavín: «Violencia contra niños y adolescentes: el “Costo Oculto” del cierre de escuelas»

Por Joaquín Lavín
Director Instituto de Emprendimiento
EX-ANTE

La violencia contra los niños ocurre principalmente en contextos familiares o domésticos, fuera de la escuela. Actualmente, hay 12.000 estudiantes sin clases en la Región de Magallanes por un paro de profesores que comenzó el 5 de marzo y lleva varias semanas sin resolverse. ¿Cuántas vulneraciones y situaciones de violencia quedarán sin ser detectadas?

1-Los colegios son redes de protección: hasta ahora sabíamos que el cierre de escuelas tiene un indudable impacto en la enseñanza, y los resultados de la prueba SIMCE así lo muestran en las generaciones más afectadas por la paralización de clases durante el Covid. Pero hay otros costos “ocultos” de esa paralización, y que puede aplicarse para cualquier cierre de colegios, como huelgas de profesores, estallidos de violencia o desastres naturales. Recordemos que durante la pandemia Chile mantuvo sus escuelas completamente cerradas durante 259 días lectivos, siendo el país de la OCDE que más tiempo suspendió clases presenciales.

2-Violencia no reportada contra los niños, niñas y adolescentes: los investigadores examinaron cómo el cierre prolongado generó una fuerte disminución en las denuncias formales de violencia intrafamiliar, agresión sexual y violación contra menores en Chile. Según sus resultados:

Estos números representan denuncias que habrían ocurrido en un contexto escolar normal. Además, la recuperación de estas denuncias al reabrirse las escuelas fue lenta e incompleta.

3-¿Por qué son tan importantes las escuelas? La violencia contra los niños ocurre principalmente en contextos familiares o domésticos, fuera de la escuela (violencia intrafamiliar, abuso físico, sexual o emocional). Sin embargo, las escuelas funcionan como espacios clave de detección y denuncia.

¿Por qué ocurre esto?

Por lo tanto, cuando las escuelas cerraron durante la pandemia, dejaron de cumplir su rol clave como “red de protección” o “safety net” para detectar y denunciar casos de violencia infantil, pese a que la violencia probablemente continuó ocurriendo o podría incluso haber aumentado.

El artículo destaca precisamente esta paradoja: aunque las escuelas rara vez son el lugar donde ocurre la violencia (en comparación con el hogar), son fundamentales para descubrirla, visibilizarla y denunciarla ante las autoridades.

En resumen: el cierre escolar durante la pandemia rompió temporalmente esa red protectora, provocando una preocupante disminución en la detección y denuncia de la violencia contra niños, niñas y adolescentes.

4-Implicancias para políticas públicas:

En definitiva, cualquier decisión que afecte el funcionamiento de los colegios debe considerar también su papel clave en la protección infantil. Obviamente, esta situación se aplica para cualquier cierre prolongado, como huelgas de profesores, estallidos de violencia o desastres naturales. Actualmente, en marzo de 2025, hay 12.000 estudiantes en la Región de Magallanes que enfrentan una situación similar, por un paro de profesores que comenzó el 5 de marzo y lleva varias semanas sin resolverse. ¿Cuántas vulneraciones y situaciones de violencia quedarán sin ser detectadas?