Joaquín Lavín
Director Instituto de Emprendimiento FEN UDD
EX-ANTE
Sábado 05 de abril 2025
El incremento en la incertidumbre global en torno al abastecimiento de tierras raras presionará al alza los precios de estos elementos (que están entre los 6 minerales “críticos” para la lucha contra el calentamiento global) y obligará a muchos países, además de Estados Unidos, a diversificar sus fuentes o acelerar la producción nacional, generando potenciales cambios estructurales en las cadenas globales de suministro.
Este viernes China estableció el “control de exportaciones” de 7 elementos de tierras raras que son cruciales para Estados Unidos. Y resulta que Chile también las tiene y podríamos aprovechar esta situación, pero incomprensiblemente todavía no le damos “luz verde” al proyecto.
- ¿Qué pasó? China decidió responder a los aranceles de Trump, estableciendo no solo un alza de tarifas para los productos provenientes de Estados Unidos, sino que estableció, además, el “control de exportaciones” de 7 elementos de “tierras raras”. Se trata del samario, gadolinio, terbio, disprosio, lutecio, escandio e itrio. Y ¡ojo! el “control de exportaciones” no es solo para Estados Unidos, que depende en un 75% del abastecimiento de tierras raras chinas, sino para todos los países del mundo.
- ¿Para qué sirven? Las “tierras raras” se refieren a 17 elementos químicos que se encuentran juntos en la naturaleza. Si bien están juntos, no se encuentran siempre en la misma proporción y, además, hay algunos elementos más valiosos que otros. Las más caras son las llamadas “tierras raras pesadas” (HREE, en su sigla en inglés), y su uso principal está en la fabricación de magnetos permanentes (imanes) capaces de resistir altas temperaturas, clave en industrias como los autos eléctricos, y la defensa.
- ¿Cuáles serán las industrias impactadas? Los siete elementos afectados por estas restricciones tienen usos críticos en diversas industrias clave: el samario es utilizado principalmente en imanes permanentes y tecnologías de defensa como sistemas de guía de misiles. El terbio es crucial en la fabricación de dispositivos electrónicos, pantallas fluorescentes y lámparas de alta eficiencia energética. El disprosio es vital en motores de vehículos eléctricos, turbinas eólicas e imanes resistentes a altas temperaturas. El itrio es necesario en pantallas LED y superconductores.
- ¿Y las consecuencias? Las recientes medidas chinas no implican una prohibición absoluta, sino controles más estrictos mediante licencias de exportación. Estas restricciones provocarán importantes dificultades y aumentos de costos para industrias clave como la electrónica, vehículos eléctricos, defensa y energías limpias. No es de extrañar entonces, que empresas como Apple y Tesla aparezcan afectadas en el precio de sus acciones. El impacto de las restricciones chinas no se limita al conflicto bilateral con Estados Unidos, sino que afecta indirectamente a todos los países dependientes del suministro chino.
El incremento en la incertidumbre global en torno al abastecimiento de tierras raras presionará al alza los precios de estos elementos (que están entre los 6 minerales “críticos” para la lucha contra el calentamiento global) y obligará a muchos países, además de Estados Unidos, a diversificar sus fuentes o acelerar la producción nacional, generando potenciales cambios estructurales en las cadenas globales de suministro.
- Gran Oportunidad. Dentro de lo negativa que será esta guerra comercial para todos, aquí Chile tiene una gran oportunidad. No olvidemos que Estados Unidos necesita si o si tierras raras, y Trump ha intentado obtenerlas incluso desde Ucrania como “pago” por el apoyo en la guerra con Rusia. Pero los que tenemos tierras raras en Penco, a 15 kms. de Concepción, somos nosotros. Si. Chile puede llegar a producir con el proyecto Módulo Penco, perteneciente a la canadiense Aclara (y que tiene ahora a la CAP como socio), más del 10% de lo que hoy produce China. Solo que hay un pequeño detalle: el proyecto que fue originalmente rechazado porque supuestamente no protegía adecuadamente 6 naranjillos (de los miles que hay en la zona), está ahora nuevamente esperando los permisos luego de responder exactamente 1.754 observaciones en un informe de 4.000 páginas.
Ojalá como país nos demos cuenta que no podemos seguir perdiendo el tiempo dándonos el lujo de dilatar y retrasar proyectos estratégicos, sino que, al revés, tenemos aquí una nueva y poderosa carta para la negociación que se viene con Estados Unidos.