Desde su oficina en la Universidad del Desarrollo, el execonomista jefe de la OCDE, Klaus Schmidt-Hebbel, mantiene su tono crítico respecto de la gestión del Presidente Gabriel Boric, sobre todo en cuanto a la materia que le compete. Junto con ello, objeta las decisiones que ha tomado el ministro de Hacienda, Mario Marcel, y, de paso, analiza los programas económicos de los candidatos presidenciales. En relación a esto último, cuestiona en duros términos a Jeannette Jara, asegurando que la abanderada del Partido Comunista es «una digna sucesora del Presidente Allende», y que, de salir victoriosa en los comicios de noviembre, Chile permanecerá estancado.
Fuente: The Clinic | Domingo 20 de julio
Es martes por la tarde, pasadas las 17 horas, y no se divisan estudiantes en las áreas comunes de la Universidad del Desarrollo. Los calendarios académicos así lo definen: entre julio y agosto los alumnos toman el clásico receso de invierno y se desligan -por unas semanas- de clases, entregas y pruebas. Pero puertas adentro, en una oficina del campus de San Carlos de Apoquindo, el execonomista jefe de la OCDE, Klaus Schmidt-Hebbel, sigue trabajando, estudiando gráficos, escribiendo columnas y participando en foros.
Con apuntes impresos sobre la mesa, el también profesor e investigador del CIES-UDD asegura que “este es el año de los riesgos”, debido a un cóctel que combina la crisis climática, además de conflictos geopolíticos y una creciente volatilidad en precios de materias primas. Aunque, para Schmidt-Hebbel, el problema no es solo lo que pasa afuera, pues Chile no solo está expuesto a los vaivenes del mundo, sino que también arrastra desafíos internos que agravan su vulnerabilidad.
“Los riesgos son que haya una continuación del estancamiento económico, y que el 2% de crecimiento potencial se eternice, o peor todavía, que este riesgo se intensifique, y yo creo que se va a intensificar si este país elige a la candidata comunista. Tenemos un crecimiento menor del 2% potencial si doña Jeannette Jara asume el próximo 12 de marzo la presidencia”, plantea a The Clinic con miras a las elecciones presidenciales.
—En su momento, cuando el Presidente Boric era candidato, lo apoyaron economistas de renombre como Andrea Repetto o Mario Marcel, quienes le dieron un nuevo aire e impulsaron su campaña. ¿Ve alguna dificultad en que economistas de peso se sumen a los comandos de Jara o Kast y que ocurra algo similar?
—Es un riesgo, probablemente sea una realidad en los siguientes días y semanas de que economistas respetados colaboren y contribuyan a la candidata Jara. Lo único que hasta ahora se sabe públicamente es un programita, un opúsculo de 7 páginas que tiene muchas generalidades y varias idioteces.
Las generalidades apelan a cosas como nuestro compromiso de que las familias trabajadoras en Chile tengan una vida digna, bueno, eso lo propone todo candidato, es populismo simple. Y después pone una cosa que es solucionar el tema de las viviendas precarias, los altos tiempos de espera en salud, yo lo mencioné también, es un problema severo en Chile y está bien que uno le hinque el diente, pero ¿cómo?, la pregunta es cómo señora Jara, cómo va a hacer eso. Y sobre eso no hay nada.
—¿Qué opina sobre lo que plantea Jara respecto del crecimiento económico?
—Me parece muy rescatable que lo mencione, pero ¿qué dice como primera forma de generar más crecimiento? Generar una mayor demanda agregada. ¿Qué significa eso? Subir fuertemente los salarios, subir el salario mínimo, y con eso hacer que el gasto en consumo aumente, y eso, según la candidata, aumenta el crecimiento. Esto es idénticamente igual a lo que propuso y realizó el Presidente Allende, ella es una digna sucesora del Presidente Allende, que hizo exactamente lo mismo: empujó y aumentó el crecimiento a través de un mayor empleo público y a través de aumentos de salarios, mucho más allá de la inflación.
Eso generó una gran demanda agregada y un boom del consumo el primer año del Presidente Allende, y como era insostenible, eso llevó a una recesión finalmente, con la hiperinflación que se desató a una recesión en el año 72-73. Todo programa populista, ya sea de derecha o izquierda que intenta eso, lleva a una expansión de muy corto plazo, que es seguida por mayor inflación y por un ajuste y una recesión posterior, como fue Argentina en una buena parte de las últimas décadas.
—Por otro lado, el candidato presidencial del Partido Republicano, José Antonio Kast, sumó al economista Jorge Quiroz a su equipo, quien aterrizó como coordinador del área económica de su campaña. ¿Qué le parece? ¿Cree que Quiroz puede ser un aporte?
—Sin ninguna duda, Jorge Quiroz es un economista muy preparado, muy inteligente y muy trabajador, y yo creo que le ha dado un enorme impulso al programa económico. Y eventualmente, si es que Kast lograra ganar, mi candidata es Evelyn Matthei, pero si lograra ganar el candidato Kast, la presencia y participación de Jorge, ojalá en el Ministerio de Hacienda por ejemplo, sería muy valiosa.
—Mencionó que su candidata es Evelyn Matthei. En ese sentido, ¿cuál es la evaluación que hace sobre el programa económico de la abanderada de Chile Vamos?
—Hay muchas propuestas que yo suscribo, por lo demás no significa que lo suscriba todo, pero en su gran mayoría lo suscribo porque hay buenas ideas de cómo atacar los impuestos que paga Chile, que paga doña Juanita en la población, que es el impuesto de la inseguridad, el impuesto de la permisología que pagan las empresas, e indirectamente también las familias y los consumidores, porque no están los bienes o no están los empleos para tener salarios mayores.
Hay muchas propuestas concretas en seguridad del Estado en permisología, en inversión, en creación de empleo que van por el lado de la oferta. La oferta significa destrabar las limitaciones que afectan a los emprendedores, a las familias que buscan empleos dignos y de altos sueldos, y eso significa, por tanto, realmente empujar las oportunidades de crecimiento futuro.
—¿Por qué ve en Matthei a su candidata?
—Sin ninguna duda es mi candidata, yo simpatizo no solamente con ella como persona sino que como candidata. Yo creo que refleja una buena opción para poder darle más esperanza, como dice el título de su programa, ordenar y hacer progresar el país. Además, yo conozco a muchos de los participantes economistas que están en su comando y son de primer nivel, son muy buenos.
Su programa es de centroderecha, centro, pero claramente con una participación muy activa de economistas muy destacados de la concertación, como René Cortázar, José Pablo Arellano que, de alguna forma, tienen un pasado de centroizquierda.
—¿Cómo ve un desenlace polarizado en las elecciones presidenciales que se aproximan?
—Quiero decir algo que poca gente dice: la extrema derecha de un señor Kast no es ni fascista ni es nazi, pero la extrema izquierda de Jara es de filiación y afiliación al partido cuya historia en el mundo es la más genocida y totalitaria de la historia del siglo XX, del siglo XXI y el presente. Yo creo que hay que tener en mente eso cuando uno fácilmente dice que uno es tan extremista como la otra, no, yo creo que Jara es mucho más extremista que Kast por la derecha.
Desde hace tiempo -si es que no es desde sus inicios-, el académico de la Universidad del Desarrollo ha cuestionado tanto el manejo, como las medidas y reformas en materia económica que la actual administración ha implementado, sin miedo a plantear que este podría convertirse en el gobierno con el peor desempeño en dicho ámbito desde el retorno a la democracia.
Así, menciona que “con el explícito respaldo de Marcel”, el Ejecutivo impulsó un texto constitucional que, a su juicio, “hubiese enterrado todas las posibilidades de desarrollo futuro de Chile y que fue derrotado el 4 de septiembre de 2022″. Junto con ello, propuso una polémica reforma tributaria que terminó siendo rechazada y un primer proyecto de reforma previsional que -afirma- implicaba la “estatización de todo el sistema de pensiones”.
“Esas son iniciativas políticas y económicas muy malas que solo las planteó este gobierno, no las planteó la Presidenta Bachelet que tuvo muy malas ideas también, pero nunca tan graves y tan dañinas para la democracia, el proyecto constitucional y para el desarrollo económico futuro. Y por eso que, con toda propiedad creo, y la historia va a decir lo mismo, esta es la peor gestión económica, o económica-política, que ha tenido Chile desde el año 1990″, declara Schmidt-Hebbel.
—¿Está decepcionado de la gestión de Mario Marcel como ministro de Hacienda?
—Profundamente.
—¿Qué es lo que más lo decepciona?
—Mario Marcel es una persona muy honorable, tiene un pasado brillante como economista en el sector público y en el sector internacional. También tiene un estupendo pasado en materia de su gestión en cargos muy importantes, en la Dipres, como presidente del Banco Central creo que lo hizo muy bien, está entre los mejores, sin ninguna duda.
Y de repente toma este cargo, y por ejemplo, voy a ilustrar con lo siguiente: la propuesta de reforma de pensiones con Jeannette Jara contradice párrafo por párrafo lo que él propone en el 2006 como presidente de la comisión Marcel a la Presidenta Bachelet, al comienzo de su primera gestión. Es una contradicción absoluta, hay que reconocer que es un giro de 180 grados. Yo lo evalúo mal, muy mal.
Después, los resultados, efectivamente, son los de menor crecimiento en un cuatrienio completo. Todavía no cumplimos el cuatrienio, nos faltan seis meses, pero el crecimiento total que vamos a llegar en Chile hasta el 12 de marzo del 2026 va a ser modestito, y per cápita más bajo todavía, por supuesto, entonces el desempeño económico es malo.
El economista también abordó la polémica que se ha desatado en torno al acuerdo entre Codelco y SQM para la explotación conjunta del litio en el Salar de Atacama, desde el año 2031 y hasta el año 2060. La principal crítica que hace respecto de esta asociación público-privada dice relación con que la estatal no llamó a una licitación pública internacional.
“Yo creo que hubo una equivocación porque privilegiaron, por razones que creo que no han explicado bien, el trato directo con el incumbente”, expresa, y acota que “una licitación abierta internacional es superior al trato directo de una empresa, porque uno obtiene ofertas de los licitantes de las cuales la probabilidad de que sea una oferta económica superior es alta, entonces, en principio uno siempre debería hacer una licitación pública”.
Tras ello, señala que justamente un estudio de Quiroz y Asociados -utilizando las mismas proyecciones de flujos dadas a conocer por Codelco- estima en US$4.780 millones la pérdida de la negociación bilateral, en comparación con la licitación internacional. En tanto, la Cámara de Diputados calcula -bajo supuestos distintos- una merma para el Estado de al menos US$6.700 millones.
“Lo que yo sugiero es que, antes o después del acuerdo final, que probablemente va a lograr en las siguientes semanas o meses, que Codelco le responda a estos estudios técnicamente, que encargue un estudio a una consultora internacional o un banco de inversión internacional que sea totalmente independiente (…) para recalcular lo que hizo Quiroz o recalcular el ejemplo que da la Cámara de Diputados, para decir que en realidad Chile perdió US$6.800 millones. Rebatiendo o confirmando, o peor, intensificando la estimación aumentando la estimación de las pérdidas eventuales que tuvo el Estado de Chile por el trato directo”, cierra Schmidt-Hebbel.