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Klaus Schmidt-Hebbel en entrevista con Radio Paula

FUENTE: Radio Pauta

Los últimos datos han arrojado que durante junio la economía de Chile se contrajo en 12,4%, una cifra mejor a lo esperado por el mercado y más positiva en relación con los registros de abril y mayo.

De acuerdo con el execonomista jefe de la OCDE y profesor titular de la Universidad del Desarrollo (UDD), Klaus Schmidt-Hebbel, «casi por definición tocamos piso, si uno mira el Imacec desestacionalizado, que es la única medida en que uno puede hacer comparable la actividad económica de todo Chile con el mes precedente. Si en junio no fue 0%, como esperaba el mercado, sino que fue levemente positivo en torno a 1%, entonces tocamos fondo en mayo».

Sin conocer «realmente cómo viene la cifra de julio», lo único que se puede decir, aseguró en PAUTA Bloomberg, de Radio PAUTA, es que «no hay ningún indicio por el que julio debiera ser mejor que junio».

Schmidt-Hebbel comentó que «yo era un poco más optimista respecto del ritmo de reactivación y producto de las reaperturas más o menos existosas que se veían, desde el punto de vista de los contagios y la pandemia en países más civilizados y desarrollados como España, Inglaterra y Estados Unidos, y con horror he sido testigo de cómo las segundas olas se han manifestado por alguna combinación de desesperación económica y a su vez de irresponsabilidad».

A pesar de que el retorno a la normalidad pueda tardar más de lo esperado, enfatizó que «en algún momento la reactivación va a venir […] Pero un escenario realmente horrible sería que hubiera una reactivación muy baja, con un PIB que está 10% más deprimido que el año anterior y esto dure muchos meses más».

«Chile está en mejor posición fiscal que todos nuestros vecinos, pero nuestros recursos son finitos: se acaban los recursos de fondos soberanos, se acaba la capacidad de endeudamiento y no podemos incrementar el déficit fiscal a un 20% del PIB», indicó.

En la tercera cuenta pública del Presidente Sebastián Piñera, uno de los focos estuvo puesto en el plan de reactivación económica. Según Schmidt-Hebbel, el apoyo fiscal de Chile ante la crisis ha sido «mucho más rápido que la gran mayoría de los países desarrollados. Sigue el ejemplo de países como Francia, Alemania, Estados Unidos, Inglaterra, que fue una decisión económica de hacer coordinar la política fiscal con la monetaria y con la regulación financiera de, en chileno simple, tirar toda la carne a la parrilla».

Esto significa «colocar todos los recuros fiscales disponibles, combinarlos con políticas monetarias enormemente expansivas, y combinarlas también con regulaciones económicas por parte de la CMF».

Chile, subrayó Schmidt-Hebbel, lo ha hecho no solamente bien, «yo creo que las tres autoridades económicas del país (Ministerio de Hacienda, Banco Central y CMF), se han coordinado superbién, lo han hecho muy bien y han seguido a su vez las recomendaciones técnicas de una amplia base y espectros políticos, como por ejemplo el grupo de economistas que elaboramos propuestas concretas fiscales para el tercer y cuarto paquete fiscal que se está elaborando ahora».

Reforma previsional
Cerca de siete millones de personas en el país ya han retirado el 10% de sus ahorros, número que vuelve a poner en la palestra el debate en torno a una modificación al sistema de pensiones. El Gobierno, junto a senadores de la oposición, se encuentran ahora debatiendo una nueva propuesta para reformar el sector.

Sin ahondar en una potencial flexibilización por parte del Gobierno, Schmidt-Hebbel planteó que la discusión sobre el porcentaje con que cada persona contribuye es de larga data. Desde 2007, con la Comisión Marcel (primer gobierno de Michelle Bachelet), dijo, se conversa sobre aumentar la tasa de contribución, y el informe «propuso subir la tasa en cuatro o cinco puntos en la época, y eso fue rechazado por la presidenta».

El número actual de cotización obligatoria de 10% en Chile, aseguró, «no alcanza para nada», y está muy por debajo del promedio de la OCDE: 19,6%. «De cada $100 se contribuyen $19,6, en Chile contribuimos $10, y por eso es un factor importantísimo de por qué nuestras pensiones son bajas en relación a nuestro último sueldo. Bachelet uno lo rechazó, se retomó la discusión en la Comisión Bravo bajo Bachelet dos, que nuevamente propuso subir la edad de jubilación y subir las tasas de contribución. Hoy día es el tercer intento».

¿Cómo se puede ayudar, entonces, a los actuales y futuros jubilados? El economista sostuvo que la forma es simple: «Comprometer más recursos generales del Estado, de los impuestos generales, desviando recursos desde otros programas sociales para que el Pilar Solidario que hoy día cuesta un 0,84% del PIB, en un par de años llegue quizás a un 2% […] No se puede hacer en dos años, pero quizás sí en cinco y por tanto, no aumentar en un 50% la pensión mínima, sino que probablemente aumentar en un 100% y aumentar el aporte del Pilar Solidario para que llegue a más sectores de la clase media».

Vea la entrevista con Klaus Schmidt-Hebbel en PAUTA Bloomberg